4. Universidad de Brown: El Amigo Bohemio
Pero espera, no todo se trata de tecnicismos. Si lo tuyo son las artes y quieres algo más relajado, te recomendaría Brown. En serio, Brown es como el amigo bohemio que toca la guitarra en todas las reuniones y tiene opiniones profundas sobre todo, desde el cine indie hasta la mejor forma de preparar café (probablemente con prensa francesa). En Brown, te sentirás libre de explorar diferentes disciplinas sin la presión de tener que elegir inmediatamente. Es perfecto si aún no tienes claro qué es lo que quieres hacer, pero sabes que quieres aprender un poco de todo.
5. Universidad de California, Berkeley: El Hermano Revolucionario
Y hablando de libertad, no podemos olvidar la Universidad de California, Berkeley. Berkeley es como el hermano mayor revolucionario que siempre estuvo en las protestas. Tiene un aire único y mucha historia de activismo. Aquí podrías encontrarte debatiendo filosofía política mientras comes un taco al lado de la biblioteca. En serio, Berkeley tiene esa energía que te hace sentir parte de algo más grande, algo que podría cambiar el mundo (y no solo lo digo por decir, de verdad creen que pueden cambiar el mundo).
6. Universidad de Yale: El Club Secreto
Otra que no se queda atrás es Yale, que tiene ese aire de club secreto, como si entraras a una película de Harry Potter. Los edificios tienen ese encanto antiguo, y es muy fácil imaginarte caminando por los pasillos con una capa (aunque no la uses, porque, bueno, un poco raro sí sería). Yale tiene una gran comunidad para los que aman las humanidades y la literatura, y si te gustan los debates sobre qué poeta es mejor, seguro vas a disfrutar cada minuto allí.
7. Universidad de Notre Dame: El Espíritu Deportivo
Ahora, si te gustan los deportes, no puedo dejar de mencionar la Universidad de Notre Dame. Te guste o no el fútbol americano, hay algo contagioso en la pasión de los irlandeses de Notre Dame por su equipo. Es como si todo el campus se uniera durante los partidos, y hasta el más estudioso dejara los libros un rato para ir al estadio. Es una experiencia universitaria muy «a la americana», y, aunque no entiendas mucho de fútbol, seguro te emocionará ser parte de esa energía.