Los juegos siempre han sido populares entre la gente, desde cuando se dice que los hombres de las cavernas inventaron el fútbol hace muchos miles de años.
Este siguió siendo el caso, especialmente durante la década de los 90, cuando comenzaron a aparecer las consolas de juegos basadas en computadora, en particular, la Sony PlayStation y la Sega Megadrive.
Esto allanó el camino para nuevas consolas de juegos con mejores gráficos y funciones más avanzadas, que es lo que nos queda hoy.
Hasta ahora, todo esto era posible sin la necesidad continua de una conexión a Internet, pero parece que esto cambiará dentro de uno o dos años, ya que se rumorea que Microsoft dijo que la próxima Xbox será prácticamente inoperable a menos que esté constantemente enchufada. en una conexión a Internet de banda ancha.
Esto parecería plantear la posibilidad de que los jugadores eviten comprar nuevas consolas por este motivo y se queden con las antiguas, especialmente las personas que tienen acceso limitado o incluso nulo a Internet.
Si bien en el mundo de hoy esto puede parecer un problema poco probable, todavía hay grandes partes de este planeta que aún no tienen acceso fijo a Internet, y el acceso a los juegos es algo poco confiable a través de conexiones satelitales.
Además, para aquellas personas que deciden comprar una futura consola de juegos, crea un riesgo futuro de inoperabilidad, en parte debido al hecho de que, a pesar de su enorme capacidad, Internet tiene limitaciones.
Este hecho se ha demostrado recientemente por la falta de nuevas direcciones IP (identificadores únicos de conexión a Internet) que ahora se pueden asignar a las conexiones.
En el lado positivo, la falta de interés en los juegos futuros puede resultar en un impulso para el mercado de juegos de segunda mano, especialmente para los clásicos atemporales que se pueden jugar una y otra vez.
Además, si nos guiamos por los sitios de redes sociales, puede haber un momento en el futuro en el que la demanda de consolas de juegos disminuya en gran medida. Esto se debe a que se juegan grandes cantidades de juegos a través de navegadores web en lugar de dispositivos de juego físicos.
La razón por la que es poco probable que la demanda de consolas físicas caiga a cero se debe al hecho de que una cantidad cada vez mayor de juegos requieren controladores físicos adicionales para poder jugar.
Un ejemplo notable de esto es la consola Nintendo Wii, que tiene controladores específicos para juegos que se pueden conectar a una consola para mejorar la experiencia de juego en general.
En general, parecería que el futuro de los juegos tiene más o menos la misma cantidad de puntos positivos y negativos, dependiendo de qué lado se considere el tema.